La Terapia Ocupacional se basa en fomentar la autonomía y la participación del niño/a en su día a día a través de actividades y juegos diseñados específicamente para mejorar las diferentes habilidades necesarias: motricidad gruesa, motricidad fina, viso-motrices, perceptuales y sociales.

Si has observado en tu hijo algunos de los siguientes signos te recomendamos que nos consultes:

ÁMBITO ESCOLAR

Dificultades de escritura, tamaño de la letra, espaciado, constancia, …

Evita escribir, colorear, manualidades.

Sus trabajos de escritura son poco pulcros.

No sujeta bien el lápiz.

Le cuesta organizarse para realizar las tareas escolares.

Le cuesta usar tijeras, regla, sacapuntas, pegamento, …

Dificultades con juegos que requieren manipulación (juegos de construcción, encajes, ensartar, etc.).

Le cuesta planificar y secuenciar una tarea.

Poco autónomo.

ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA

Durante las comidas se levanta mucho de la mesa, le cuesta mantenerse sentado.

Parece no darse cuenta cuando está sucio.

Le cuesta usar los cubiertos, hay que ayudarle o darle la comida.

Dificultades para vestirse y desvestirse, tarda mucho, tiende a ponerse la ropa del revés.

Muestra dificultades para abrochar botones, cremalleras, lazos de los zapatos.

Le molestan determinadas texturas de ropa o tipos de prendas.

Se estresa mucho a la hora del baño.

Irritable en tareas de higiene como lavarse los dientes, lavarse el pelo, cortar uñas…

Poco autónomo.

Le cuesta mantener su escritorio ordenado.

PARTICIPACIÓN SOCIAL

Le cuesta hacer amigos y mantenerlos.

Le cuesta iniciar y mantener conversaciones.

Parece no darse cuenta de lo que sucede a su alrededor.

Se frustra e irrita con facilidad.

Evita fiestas y celebraciones propias de su edad.

Dificultades para compartir, respetar turnos, o esperar en la cola.

Tiende a hacer payasadas cuando está con otros niños.

JUEGO Y OCIO

Dificultades para seguir juegos reglados.

Evita jugar con niños de su edad.

Le cuesta jugar solo y necesita siempre del adulto.

Juegos repetitivos y poco variados.

Le cuesta aprender nuevos movimientos, pasos de baile, etc.

Poca participación en deportes, juegos del parque.

Equilibrio pobre.

Dificultades para aprender a ir en bicicleta.

Tiende a no querer trepar en las estructuras del parque.

Parece torpe para correr o saltar.

Se cae o choca fácilmente.

Se cansa con facilidad, parece tener poca resistencia.

INTEGRACIÓN SENSORIAL

Tiene dificultades para estar atento.

Tiene rabietas desmesuradas ante cambios de rutina.

Muestra baja tolerancia a la frustración.

Se muestra cansado a menudo.

Tiene unos niveles de actividad muy elevados, le cuesta estar sentado en clase…

Tiene problemas de sueño.

Tiene dificultades de aprendizaje.

Tiene problemas de orientación espacial y corporal, parece desorganizado.

Parece descoordinado, se cae y se choca a menudo.

Tiene miedo a las alturas, no le gustan los columpios.

Tiene dificultades para tolerar el estímulo táctil, le molestan las etiquetas de la ropa, que le laven la cabeza, cortar las uñas, tocar la arena, plastilina, pintar con los dedos.

Sólo tolera determinados alimentos, mostrando una gran sensibilidad por gustos, texturas, temperaturas u olores.

No tiene conciencia del peligro, corre, se choca, escala sin pensar en las consecuencias.

Muestra baja autoestima, puede presentar ansiedad.

Reacciones exageradas ante el dolor, o por el contrario no nota el dolor.

Puede presentar mala letra y dificultades de motricidad fina (recortar, pintar, escribir, abrochar zapatos, etc.).

Atendemos casos de:

Trastorno del Espectro Autista
Síndrome X frágil
Síndrome Down
Síndrome Prader Willi
Otros trastornos genéticos
Discapacidad intelectual
Epilepsia
Parálisis cerebral

Desorden de Procesamiento Sensorial
Retraso de desarrollo
Dificultades de aprendizaje
Dificultades motrices (motricidad gruesa o fina)
Dispraxia
Dificultades de escritura
Dificultades de atención